Joyería. Calle San Bernardo, 10. Barrio de Universidad

En el número 10 de la calle San Bernardo se mantiene, casi intacto, un viejo establecimiento. Hoy en día, tenemos un negocio dedicado a los móviles y a la informática, regentado por un oriental y denominado Fiac. Sin embargo, anteriormente, aunque no conozco los periodos, ni las generaciones que han pasado por aquí, lo cierto es que anteriormente fue una peletería, propiedad de Emiliano Rodríguez Párraga, y primeramente una relojería-joyería, comercio regentado por el matrimonio formado por don Julio y doña Concha.IMG_1750

No obstante, si nos fijamos en la arquitectura del comercio, creo que quedaría claro que su diseño pertenecería a los años dedicados a la venta de relojes y joyas, principalmente a la estructura de la propia fachada.

Dicha fachada, simétrica, destaca por el mármol negro con impurezas blancas. En los laterales descubrimos sendas columnas, cuyo objetivo es dar una imagen de majestuosidad y clasicismo. El escaparate, con planta redondeada en portal, es amplio y luminoso. Colocada sobre la puerta, se sitúa un espejo apoyado en un elemento que recuerda los trabajos de marquetería, quizá imitando los relojes sobre repisa. Finalmente, sombre la marquesina, tenemos un gran reloj de esfera, visible para los viandantes que circulen por la misma acera.IMG_1745 IMG_1743 IMG_1740

En el interior, la decoración clasicista está muy acentuada, probablemente siguiendo un estilo imperio. Al margen de la cerrajería de madera y la lámpara de cristal, tenemos distintos motivos, cuyo sentido sería reconstruir cierto ambiente de habitación palaciega. Los elementos característicos serían la serie de pilares pareados adosados en las tres paredes, cuya función es sujeción de unos frisos y el techo, destacando la bicromía verde y blanco. Además, sobre la puerta de la trastienda se repite uno de los motivos decorativos –la imitación del reloj de repisa- de la fachada. Los falso pilares son de mármol multicolor. En el friso, trabajado en escayola, se alternan tondos con decoración de crátera en el interior y guirnaldas vegetales. Y en el techo, en un tondo central, tenemos una escena cortesana, en donde una dama, quien sujeta un espejo con su mano derecha, es asistida por un par de angelotes, uno de ellos muestra un cofre con joyas.IMG_1747 copia

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